Chile y Argentina celebran el triunfo del diálogo y la paz

Llovió en Roma la vigilia del 29 de noviembre, día del aniversario número 25 de la firma del Tratado de Paz y Amistad que evitó, gracias a la mediación del Papa Juan Pablo II y del trabajo incansable del cardenal Antonio Samoré, la guerra entre Chile y Argentina.

Ese día, el Patio de San Damaso, al interior de la Ciudad del Vaticano, principal ingreso a los Palacios Apostólicos, amaneció bajo un cielo gris y todo hacía suponer, de un momento a otro, nuevamente la llegada de la lluvia. Sin embargo, el solemne piquete de guardias suizos, los gentilhombres del Papa y el Alcalde de la Casa Pontificia vieron asomarse con decisión el sol cuando el auto con las banderas de Chile y Argentina, que transportaba a las presidentes Cristina Fernández de Kirchner y Michelle Bachelet hizo su ingreso en el cortil. Iniciaba así, de la mejor manera posible, una jornada histórica; no sólo por la presencia contemporánea en Vaticano de dos mujeres jefes de gobierno, sino porque nunca antes había ocurrido que dos presidentes,  de dos países hermanos, ratificaran allí lo que ha sido definido como un gran don alcanzado gracias a una mediación papal.  “De los Andes al Vaticano trajeron la primavera” comentaría, más tarde con sorpresa, un corresponsal argentino con un seco paraguas bajo el brazo.

Encuentros privados y mensaje en la Sala Clementina

La agenda del día inició con un encuentro privado de S.S Benedicto XVI con la Presidenta de Argentina en la Sala de la  Biblioteca, mientras en la Sala del Angulo se reunía la mandataria chilena con el Cardenal Secretario de Estado Tarcisio Bertone. Luego sería la vez del encuentro de la  Presidenta de Chile con el Papa en la Biblioteca de los Palacios Apostólicos y del diálogo de Cristina Fernández con el Cardenal Bertone.

Más tarde, la Presidente Bachelet contaría, parte de lo ocurrido en estas reuniones: “le extendí una invitación al Papa para visitar nuestro país”,  precisando que "él señaló su mayor interés sin decir una fecha determinada. Lo que sí puedo decir es que el Cardenal Bertone va a ir a Chile el próximo año, probablemente en el mes de abril".

A continuación, ambas delegaciones se trasladaron a la Sala Clementina, llamada así por Papa Clemente VIII. Allí el Sumo Pontífice en un discurso leído en español señaló: “este acontecimiento que hoy conmemoramos forma parte de la gran historia de dos nobles Naciones, pero también de toda América Latina. El tratado de Paz y Amistad es un ejemplo luminoso de la fuerza del espíritu humano y de la voluntad de paz frente a la barbarie y la sinrazón de la violencia y la guerra como medio para resolver las diferencias” Benedicto XVI destacó también en parte de su mensaje como el Tratado está indisolublemente unido a la figura de Juan Pablo II y concluyó diciendo: “dirijo mi mirada al Cristo de los Andes, en la cumbre de la Cordillera, y le pido que, con un don constante de su gracia, selle para siempre la paz y la amistad entre argentinos y chilenos, al mismo tiempo que como prensa de mi afecto les imparto una especial Bendición Apostólica”.

Tumba de Juan Pablo II y Casina Pio IV

Finalizado el mensaje del Santo Padre, las mandatarias regalaron al Papa un bajo relieve realizado en cobre donde aparece grabado el mapa de América Latina y los nombres de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Al término de los encuentros en el Palacio Apostólico  ambas Presidentas se dirigieron a las Grutas Vaticanas donde fueron recibidas por el arcipreste de la Basílica de San Pedro, el  cardenal Angelo Comastri. Fue un momento de recogimiento y oración frente a  la tumba de Juan Pablo II, donde depositaron dos coronas de flores.

Finalmente, en la  Casina Pio IV en los Jardines Vaticanos, se desarrolló el último acto del día.
En esa ocasión, el secretario de Estado Cardenal Tarcisio Bartone recordó a los presentes “que el inicio del  texto del acuerdo  comienza con estas palabras: “En el nombre de Dios Todopoderoso”, aludiendo  así a ese tesoro común de fe y valores morales que constituye una fuente continua de inspiración para no dejarse vencer por los obstáculos”.

Discursos de las presidentes de Argentina y Chile

La Presidenta Cristina Fernández, sentada frente a la Presidenta Michelle Bachelet, expresó gran emoción el conmemorar el 25 aniversario de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile. En su discurso en la Casina Pío IV, sede dela Pontificia Academia de Ciencias Sociales, señaló que: “el Tratado de Paz y Amistad evitó una tragedia irreparable. Una guerra entre Chile y Argentina hubiera signado por décadas y tal vez por mucho tiempo más, situaciones que todavía vemos que muchas veces persisten en nuestra región”

“En tiempos de convulsión mundial, en tiempos de enfrentamientos interculturales e interreligiosos, el valor de conmemorar este evento tan importante para Chile  y Argentina es exhibir a Juan Pablo II y al Cardenal Antonio Samoré como buenos mediadores, que es lo que actualmente el mundo necesita para evitar otros escenarios de guerra y otros escenarios de confrontación”.

La Presidenta Bachelet, por su parte expresó su gran alegría de poder celebrar los 25 años del histórico acuerdo alcanzado gracias a la Iglesia Católica, a la mediación de la Santa Sede, recordando también con cariño las figuras de Juan Pablo II y del Cardenal Samoré. “Hoy, señaló,  a 25 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad, podemos decir jubilosos, con seguridad y con alegría que la paz ha dado sus frutos y que los ha dado en abundancia y que nuestros pueblos viven muy contentos en esta atmósfera de concordia y de comprensión. Porque, no sólo nos quedamos con el Tratado de Paz y Amistad, sino que luego iniciamos con el retorno de nuestras democracias, un proceso de transformación profunda en nuestras relaciones bilaterales, transitando hacia una relación de fraternidad, de cooperación y de integración. Ello, con la convicción profunda de que el desarrollo de nuestros pueblos se encuentra estrechamente ligado a los valores de la democracia, de los derechos humano, de la paz, de la prosperidad en nuestros países, entre los países de nuestra región y, por cierto, entre nuestros países vecinos”.

Le ceremonia finalizó con el descubrimiento de una placa conmemorativa, puesta en una sala de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, donde en letras esculpidas sobre mármol de Carrara se lee en latín: "Benedicto XVI, el quinto año de su pontificado, hace memoria del Tratado de Paz y Amistad firmado por Juan Pablo II hace 25 años y con grata memoria lo recuerdan las presidentas de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; y de Chile, Michelle Bachelet".

Opiniones de la jornada

El Cardenal Francisco Javier Errázuriz, calificó el encuentro como muy emocionante e histórico. “Es la primera vez, después de tal vez 100 años, que se celebra un acto así en el cual la Santa Sede interviene como mediadora”.  “Después de estar Chile y Argentina casi al borde de la guerra y pensado hoy  lo que podría haber sido esa situación y las heridas que habrían quedado, es una alegría muy grande ver como actualmente existe una relación tan hermosa y fraterna; que se ha llegado a profundizar con un Tratado de Integración entre ambos países” No era fácil, recordó el Cardenal este resultado: “ello habla muy bien de nuestros pueblos, que acogieron con ánimo muy abierto y con mucha fe lo que el Papa entregara como solución”.

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, calificó el encuentro “Como un  momento histórico de gran belleza y de gran profundidad”. Su recuerdo a la salida del Vaticano ha ido también a quienes han partido: “Sin duda en estos momentos he pensado en el Cardenal Raúl Silva Henríquez, en Monseñor Valdés de Osorno y tantos obispos, tanto de Argentina como de Chile, que en su momento hicieron todo lo humanamente posible para que se consolidara este proceso de paz  que es un ejemplo para el mundo”

Monseñor Alejando Goic, quien el año 78 era párroco en Punta Arenas, también recordó el clima de psicosis que se vivía por esos días y los vientos de guerra que  se dejaban sentir en esa austral ciudad de nuestro país y subrayó como “mientras el mundo resuelve sus conflictos con la guerra, Chile y Argentina demostraron que es posible, a través del camino del diálogo, que creo es el único camino razonable, alcanzar una solución pacífica a sus controversias”

Por su parte, el Padre F ederico Lombardi director de la Sal de Prensa Vaticana al ser consultado sobre esta jornada, calificó la mediación que culminó en un Tratado de Paz y Amistad como un “episodio raro en tiempos donde cada vez más las diferencias en el mundo terminan lamentablemente en conflictos armados”

El Padre Fernando Montes - Rector de la Universidad Alberto Hurtado, resaltó el clima de alegría y de paz que se percibía en la Sala Clementina. “Me emocionó mucho la delegación chilena, con un representante mapuche, un deportista, un artistas; me emocionó mucho ver la foto de un desaparecido - el papá de Viviana Díaz -y a la salida me dio mucho gusto ver el abrazo que se dieron el Senador Letelier y el Senador Longueira. Es decir, que la paz puede más que las diferencias ideológicas y por eso para mi este día ha sido muy emocionante”.